Todos sabemos lo maravillosa que es la dieta mediterránea, siendo ésta una de las más saludables que hay en el mundo. Entre otras cosas, gracias a la variedad de verduras, hortalizas y frutas que la componen, así como los ingredientes de origen animal. Uno de esos ingredientes es el jamón ibérico. La estrella de la cocina de nuestro país es conocida en el mundo entero por su sabor, aroma y calidad. Pero también por sus muchos beneficios.
Beneficios del jamón ibérico
Quizá nunca te hayas planteado la cantidad de vitaminas y minerales que contiene el alimento estrella de nuestra gastronomía. Pero lo cierto es que esta delicia culinaria, que proviene del cerdo cuenta con hierro, calcio, magnesio, zinc y fósforo. En cuanto a vitaminas, tiene unas cuantas: B1, B2, B3 y B6 y otras vitaminas del grupo D y E.
Por ello, muchas personas se preguntan qué beneficios tiene el jamón ibérico, pues bien, lo primero que tenéis que saber es que es una estupenda fuente de proteínas de alto valor biológico. Además, posee un perfil lipídico equilibrado y moderado en calorías.
De hecho, el jamón ibérico tiene propiedades muy parecidas a las del aceite de oliva. La razón es porque la mayoría de grasas son insaturadas, o sea, saludables que nos aportan energía.
En cuanto a sus vitaminas, el alto contenido en vitamina B1 del jamón ibérico, nos sirve para superar el estrés y la ansiedad. Por ello, es muy recomendable consumirlo en época de lactancia o periodos de convalecencia. Etapas, en definitiva, de mayor desgaste de vitamina B1.
Es un alimento sin productos químicos, y por ello es un ingrediente muy digestivo, cuyos aminoácidos son muy fáciles de asimilar por nuestro aparato digestivo.
Propiedades del jamón ibérico
- Poder antioxidante del jamón ibérico: al tener vitaminas del grupo E, el jamón ibérico se convierte en un estupendo antioxidante. Por ello, junto con el tomate y el aceite de oliva, se presenta como una estupenda opción muy sana como tostada para el desayuno.
- Propiedades que controlan el colesterol: el jamón ibérico es un estupendo recurso alimenticio para controlar el colesterol. Cuenta con un buen nivel de ácido oleico, concretamente un 55%. 100gr de jamón ibérico, contienen 70gr de colesterol (el consumo máximo son 300mg diarios).
- Es un alimento cardiosaludable: por su grasa buena. Al tratarse de un cerdo que se ha criado en libertad y que ha comido hierba y bellotas, la musculatura del animal presenta una grasa infiltrada, que al comerla se convierte en aceite natural, siendo muy beneficiosa para el sistema cardiovascular.
¿De dónde es el jamón ibérico?
El jamón ibérico procede al 100% del cerdo ibérico, cuya madre es de raza 100% ibérica, y por ello está inscrita en el árbol genealógico de la raza porcina ibérica.
Estéticamente, estos cerdos y jamones ibéricos tienen la pezuña negra y son los que mayor cantidad de grasa infiltrada tienen. El cerdo con el que se hacen los jamones ibéricos se alimenta únicamente de bellotas. De esta forma se obtiene jamón “Bellota 100% ibérico”.
A la hora de comprarlo, fíjate bien en la etiqueta. Así sabrás que clase de jamón estás comprando.
Ventajas y desventajas de comer jamón
Principalmente, es un alimento que puede ser incorporado habitualmente a una dieta en cantidades moderadas. De hecho, podemos consumir jamón ibérico, en pequeñas cantidades de dos a tres veces por semana.
Es compatible con dietas bajas en calorías. El jamón ibérico no engorda, por ello es válido para consumir en dietas de adelgazamiento.
El jamón ibérico no es compatible con dietas bajas en sal. Contiene un 5% de sal, por lo que, si tienes problemas de hipertensión, es mejor moderar su consumo.
La OMS aconseja no abusar de la carne procesada, ya que esta aumenta la probabilidad de tener cáncer. Y el jamón ibérico es una carne procesada, ya que no es una carne cruda. A pesar de estas indicaciones, debemos tener en cuenta que no es comparable la calidad de este con la de otros productos procesados.
Diferencia entre jamón ibérico y jamón serrano
- El jamón serrano procede de un cerdo blanco que se puede encontrar en otros países, mientras que el jamón ibérico procede de cerdos de raza ibérica, autóctona de nuestro país, con unas características únicas que hacen que los productos sean de mayor calidad.
- El precio es otro factor diferencial, y es que, debido a la calidad del jamón ibérico, este tendrá un precio superior al del serrano.
- Otra de las diferencias está en la alimentación de ambos. El cerdo ibérico se alimenta a base de piensos ricos en ácidos oleicos, mientras que el serrano no, lo cual repercute directamente sobre el sabor de la carne.
- El color de la carne también nos ayuda a diferenciarlos: la carne del jamón serrano tiene un tono rojo pálido, tirando hacia rosa, en cambio la del jamón ibérico, es un rojo más intenso, y es que cuanto más ibérico sea, es decir más del 75% ibérico, más color vino tinto tendrá el jamón.
- La pezuña es blanca en el jamón serrano, mientras que, una de las características ideales para diferenciar a la raza ibérica, es que la pezuña del jamón ibérico es negra.
- El cerdo blanco se cría en naves en cambio, el cerdo ibérico de brida verde, roja y negra se cría en el campo.
- Los procesos de curación del jamón serrano, deben estar nueve meses en curación para ser considerado Bodega, 12 meses para ser Reserva y 15 meses para ser un Gran Reserva. En cambio, un jamón ibérico tiene que estar curándose 24 meses como mínimo.
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