PAELLA RECOMENDADA DE 42 A 46 cm de diámetro Ingredientes para cuatro personas
400 gr. arroz redondo
500 gr. De pollo, partidos en trozos de 50 a 60 gr.
500 gr. De conejo, partido en trozos de 50 a 60 gr.
200 gr. De ferradura (batxoqueta o judia verde plana) *
150 gr. De garrafón limpio**
2 tomates rojos medianos maduros.
1 cucharada de café de pimentón dulce
Unas hebras de azafrán
250 gr. De caracoles, previamente cocidos
120 ml. Aceite de oliva virgen suave
Ramita de romero fresco
Agua, 4 o 5 partes por cada 1 de arroz
*en caso de vivir en Valencia, puede añadirle otras verduras típicas, que encontrará en el Mercado Central, como el roget, la tavella o alcachofas (según temporada).
**el garrafón puede ser fresco, congelado o seco. Si es seco, se tiene que poner en remojo el día anterior y cocerlo durante 1 hora o 20 min. si es en olla a presión.
***la sugerencia de usar azafrán, a ser posible de calidad coupé, aporta un color anaranjado, un aroma y un sabor inigualables, a la vez que nos permite omitir el uso de colorantes artificiales que hacen la paella amarilla y, entre sus composición principal, está la tartrazina E-102.
ELABORACIÓN Trocear la carne, sin salarla, en trozos de 50 a 60 gramos. Trocear la batxoqueta, desgranar el garrafón y rallar el tomate. Con la paella a fuego suave en el centro, verter el aceite y observar que quede nivelado en el centro. Cuando el aceite esté caliente, añadir primero el pollo, pues su carne es más densa que la del conejo.
Cuando esté dorado por ambos lados, hay que apartarlo a los laterales de la paella y repetir la misma operación con el conejo. Es muy importante dorar muy bien toda la carne, a fuego suave y sin prisas, que esté todo bien frito, ahí radica parte del secreto de una buena paella. En el centro de la paella, sofreír la batxoqueta y, si tenemos, el roget. Sofreírlas con cuidado, sin que se quemen, y echar el garrofón y la tavella, si la tenemos. Apartamos la verdura a los laterales de la paella y echamos el tomate rallado en el centro, le añadimos sal y lo sofreímos.
Cuando el tomate ha soltado todo el agua, sabemos que está sofrito. Entonces, añadimos una cucharadita de café de pimentón y lo removemos rápidamente, evitando que se queme, pues amargaría el sabor. Una vez cocinados bien los ingredientes anteriores, los removemos y dejamos sofreír todo junto durante unos instantes. La carne debe estar bien dorada y la verdura y el tomate, bien sofritos. A continuación, añadimos el agua a la paella, hasta casi el borde del recipiente. Subimos el fuego y, cuando empiece a hervir, añadimos el azafrán. Probamos y rectificamos el punto de sal, y ponemos una ramita de romero fresco, que en 10 minutos sacaremos para que no deje un exceso de sabor.
Dejamos cocer, a fuego lento, de 30 a 40 minutos. Si el agua baja del nivel de la mitad de una cuchara sopera, en vertical, o por debajo de los remaches internos de las asas de la paella, se añade más agua. No está mal quitar caldo o añadir agua, pero siempre que sea antes de echar el arroz. En este punto, añadimos los caracoles, si lo deseamos, y echamos el arroz haciendo un trazo del diámetro de la paella (cavalló), nunca en forma de lluvia.
Repartimos con la espátula el arroz, de forma uniforme, y ubicamos a la vez la carne y la verdura por toda la paella, proporcionalmente, y ya no tocaremos más los ingredientes de la paella. Cocer a fuego vivo, los primeros 5 minutos, a continuación bajar a fuego medio y los últimos 4 o 5 minutos a fuego muy lento: total, de 18 a 20 minutos de cocción. No sobrepasar nunca este tiempo, aunque nos quedase algo de caldo, pues el arroz se pasará (esclatar, como se dice en valenciano) y el arroz debe quedarnos seco y con el grano entero.
Si la paella se ha quedado un poco corta de caldo, se baja el fuego a mínimos y se puede tapar con papel de aluminio, para que evapore menos caldo. Si somos valientes y nos gusta el socarrat, subimos el fuego a tope en el centro de la paella, o la posamos en las brasas directamente, si hemos cocinado a leña.
Si quieres que el socarrat se quede suelto o se te ha pegado un poco, coloca la paella sobre un trapo húmedo, nada más sacarla del fuego. Apagamos y dejamos reposar 5 minutos. Si el arroz ha quedado un poco duro, tapamos la paella con papel o con un cartón y le salpicamos un poco de agua, dejando que repose unos minutos más. Para ser totalmente fieles a la tradición, la comeremos con cuchara de madera y directamente de la propia paella.
Cuantas más paellas cocines, más buenas te saldrán
¡Buen provecho!